El analista político miembro de UNE México, señaló que la sobrerepresentación en el Congreso que pretende Morena, nos dejaría al borde de perder la democracia en México
Lunes 19 de agosto de 2024
Juan Francisco Torres Landa, explicó que si no se detiene el intento de sobrerepresentación que busca Morena en el Congreso, se estaría amenazando la estabilidad democrática del país, aseveró que “no es exagerado decir que es el mayor reto al que se ha enfrentado México en las últimas décadas”.
“No estamos hablando simplemente del aumento o reducción del número de diputados como una cuestión simbólica o intrascendente, lo que está en juego es si una sola fuerza política, puede atribuirse, más allá del resultado de las urnas, la posibilidad de unilateralmente decidir cuáles son las reglas del juego, por eso me refiero al marco constitucional”, señaló Torres Landa.
Por otro lado, es necesario recordar que hace 26 años, el entonces dirigente del PRD, López Obrador, impugnó una reforma que asignaba una sobrerepresentación de diputados locales al PRI en Quintana Roo, entonces participando en coalición, por considerarla inconstitucional, queja a la que le dio la razón la entonces ministra Olga Sánchez Cordero.
En aquella ocasión, AMLO sostuvo que la reforma impugnada se contraponía al principio de representatividad “porque se contrarían los preceptos de la Carta Magna relacionados con la integración de los órganos representativos en los estados y particularmente al tratar el concepto de representación proporcional de manera ajena al sentido de la Carta Fundamental”. Incluyendo, por supuesto, las coaliciones.
Lo anterior —argumentó López Obrador— le permitía a un partido con 40% de los votos, y con 32% del total de diputados del Congreso obtenidos por el principio de mayoría relativa, 52% de los integrantes de la Legislatura, lo que equivalía a una sobrerrepresentación artificial de hasta 12% y sin detrimento de incrementarla por otros principios de asignación.
Tras su análisis, la Suprema Corte de Justicia de la Nación aprobó el proyecto presentado por la entonces ministra Olga Sánchez Cordero, y permitió incluso sentar precedente para casos futuros.
Especialistas consideran paradójico que la persona que contravino una intentona de sobrerrepresentación ante el Máximo Tribunal, y quien sentó jurisprudencia hasta la actualidad, incluyendo la figura de coalición, pretenda hoy concentrar el poder a través de dicha figura.
El proceso de asignación de plurinominales es crucial, ya que es a través de este mecanismo que se busca garantizar la representación proporcional de las distintas fuerzas políticas en el Congreso, y el INE tiene la responsabilidad de preservar el espíritu del voto ciudadano, asegurando que la pluralidad expresada en las urnas se mantenga intacta, cuidando sobre todo el equilibrio y balance de poder.
La sesión del próximo viernes será determinante. El país estará atento a la decisión del Consejo General del INE, esperando que se mantenga fiel al principio de representación proporcional y se respete el espíritu de una elección que no entregó una mayoría calificada, sino un mensaje claro sobre la necesidad de equilibrio y pluralidad en el Congreso.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y los organismos que lo integran, hicieron un llamado al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), para realizar la asignación de las diputaciones plurinominales mediante una interpretación sensata, justa, equilibrada y apegada a la Constitución y a la voluntad del pueblo mexicano.
La representación proporcional constituye un mecanismo para hacer vigente el pluralismo político y que las minorías estén debidamente representadas en el seno legislativo.
En este sentido, nuestra Constitución establece, en su artículo 54, que ningún partido, o coalición, puede tener una sobrerrepresentación en el Congreso mayor al 8% respecto de los votos obtenidos en las urnas, ni contar con más de 300 diputados en total.
Lo que está en juego en esta decisión es la preservación de los equilibrios democráticos, el respeto del voto popular y, por ende, la representación política del país.
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