Más de 60 sacerdotes han sido asesinados en México, principalmente en Guerrero, Michoacán y Veracruz
Miércoles 23 de octubre de 2024
El recuento de actos de violencia contra ministros de culto en México es alarmante y quizá, aún más, la incapacidad de las instituciones para abatir el fenómeno. De acuerdo al Centro Católico Multimedial; de 1990 a 2023, solamente por lo que hace a la Iglesia Católica, más de 60 sacerdotes han sido asesinados en México, homicidios que se han concentrado en estados con alta incidencia del crimen organizado como son Guerrero, Michoacán y Veracruz.
Tan solo de 2018 a 2023, 10 párrocos católicos perdieron la vida en hechos de violencia que se suman a la creciente incidencia delictiva del país, señala la misma fuente. En 2022, por ejemplo, 2 sacerdotes jesuitas fueron asesinados en Chihuahua, lo que llevó a esta orden de la Iglesia Católica a emitir diversos comunicados exigiendo justicia. Cristianos, Evangelistas y otras prácticas religiosas también sufren las consecuencias de los altos niveles de impunidad, confirman las organizaciones Open Doors y la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos.
Hoy, a pocos días del asesinato del párroco Marcelo Pérez Pérez en San Cristóbal de las Casas, Chiapas (un estado convulso y donde hasta 9 de cada 10 ciudadanos perciben inseguridad según el INEGI) la propia congregación Jesuita guarda luto nuevamente y se ve obligada a repetir los reclamos no sólo por los deleznables asesinatos, sino por el reclutamiento forzado, secuestros, intimidaciones, amenazas y el saqueo de recursos naturales. Un catálogo de delitos que no puede ser eludido por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), que con Rutilio Escandón Cadenas, ha gobernado la entidad los últimos 6 años.
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