Reformas laborales parecen más un ejercicio de retórica ideológica, que una estrategia de competitividad empresarial
- Fernando Romero
- 5 mar
- 2 Min. de lectura
Desde que se comenzaron a promover reformas en materia laboral, se ha hecho evidente una desconexión alarmante entre los intereses del gobierno y los de la industria nacional
Miércoles 5 de marzo de 2025

Con la imposición de aranceles por parte del gobierno de los Estados Unidos, México enfrenta un panorama de mayor incertidumbre económica y política, exacerbado por las reformas laborales impulsadas por el gobierno federal, que parecen más un ejercicio de retórica ideológica, que una estrategia sostenible de viabilidad y competitividad empresarial. Mientras el gobierno federal insiste en una supuesta justicia social y mejora de las condiciones laborales, las cúpulas empresariales del país, responsables de gran parte de la productividad y competitividad, no han sido escuchadas.
Desde que se comenzaron a promover reformas en materia laboral, se ha hecho evidente una desconexión alarmante entre los intereses del gobierno y los de la industria nacional.
Ayer, el experto en derecho laboral, José Ávalos, opinó ante los micrófonos de Al Cabo Noticias, que las reformas han sido a rajatabla, con muy poco diálogo, pero sobre todo sin considerar al sector más vulnerable, que son las pequeñas y medianas empresas, que representan a más del 90% del empresariado mexicano, generando incertidumbre, aumentos de precios, reducción de descuentos a los consumidores finales, y otros efectos negativos.
Las reformas propuestas podrían fracturar la unidad nacional en materia económica, ya que no solo desatienden las necesidades del sector productivo, sino que incluso debilitan la confianza entre las autoridades y el sector empresarial.
Esta misma mañana en la rueda de prensa de Claudia Sheinbaum, Marath Baruch Bolaños, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en México, informó, por ejemplo, que los programas piloto en torno a algunas reformas entrarán en vigor a partir del 27 de junio próximo. Y son obligatorios.
Ante los posibles efectos devastadores de aranceles sobre sectores clave como el de la manufactura, el automotriz, la agricultura y la minería, los aranceles, las reformas laborales de la 4T ponen en riesgo la estabilidad económica del país, especialmente cuando las empresas mexicanas ya enfrentan altos costos laborales, extorsiones a la alza, inseguridad financiera y una caída de la demanda externa.
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