Nace la era de los blockbusters
- Fernando Swain
- hace 2 horas
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El 25 de mayo de 1977 se estrena Star Wars

Star Wars: Episode IV – A New Hope en Estados Unidos. Dirigida por George Lucas, no solo revolucionó la industria del cine, sino que cambió para siempre la forma en que se entendían las superproducciones cinematográficas.
Importancia
Éxito sin precedentes: Aunque al principio se estrenó en solo 32 cines, rápidamente se convirtió en un fenómeno cultural y financiero.
Merchandising masivo: marcó un antes y un después en el uso del marketing y productos derivados (muñecos, camisetas, cómics...).
Innovación técnica: Industrial Light & Magic (ILM), fundada por Lucas, estableció nuevos estándares para los efectos especiales.
Cultura pop: Frases, personajes, música y estética pasaron a formar parte del imaginario colectivo global.
El nacimiento del “verano blockbuster”
Aunque Tiburón (Jaws, 1975) de Steven Spielberg suele considerarse el primer blockbuster moderno (por su estrategia de marketing y taquilla veraniega), fue Star Wars la que consolidó esta fórmula: estrenos masivos, efectos espectaculares, saga continua y fenómeno de masas.
Desde ese día, cada verano (y últimamente también en diciembre), Hollywood ha lanzado sus apuestas más grandes con la esperanza de crear “el próximo Star Wars”.
Evolución
La industria del cine ha cambiado enormemente desde el surgimiento de los blockbusters. Estos cambios son resultado de múltiples factores que incluyen la evolución de la tecnología, los cambios en las audiencias, las nuevas estrategias de marketing y la expansión de los mercados globales.
Cambios más significativos:
Tecnología y efectos especiales
Desde el debut de Star Wars, se ha avanzado de manera exponencial. A lo largo de los años, el uso de CGI (imágenes generadas por computadora) y motion capture ha permitido que las películas presenten mundos y criaturas imposibles de crear sin estas herramientas.
Jurassic Park (1993), por ejemplo, fue un hito por su revolucionario uso de CGI para crear dinosaurios realistas.
Los avances en realidad virtual y 3D (especialmente con Avatar en 2009) también cambiaron la forma en que las audiencias experimentan el cine.
El marketing y el merchandising
Los blockbusters de hoy no solo se miden por sus estrenos, sino por su impacto en todo tipo de medios. Star Wars y Batman (1989) fueron pioneros en el mercadeo de productos derivados (figuras, juguetes, videojuegos). Con el tiempo, esto se expandió a una multiplataforma en la que las películas no solo se promocionan a través de los cines, sino también en Internet, redes sociales, cómics, series de televisión y más.
En el caso de los superhéroes, las franquicias de Marvel y DC se convirtieron en un fenómeno global con trailers, mercancías y plataformas de streaming que amplifican la experiencia más allá de la película
El surgimiento de las franquicias y universos compartidos
La idea de crear universos compartidos comenzó a popularizarse en los 2000 con El Señor de los Anillos, pero alcanzó su máxima expresión con el Marvel Cinematic Universe (MCU), iniciado en 2008 con Iron Man. Estas franquicias de largo alcance han dado lugar a una planificación a largo plazo, con interconexiones entre películas, series y otros medios, lo que obliga a las audiencias a seguir varios productos simultáneamente para entender todo el contexto.
Globalización
Con el mercado chino y otros mercados internacionales, el cine de Hollywood se ha globalizado más que nunca. Muchas películas ya no se hacen solo para audiencias estadounidenses, sino para un público global. Esto ha afectado no solo la forma en que las películas son producidas (con un enfoque en la acción y el espectáculo), sino también la inclusión de actores internacionales o elementos que puedan atraer a públicos de diferentes culturas.
Impacto de las plataformas de streaming
En los últimos años, Netflix, Amazon Prime Video, Disney+, entre otros, han cambiado radicalmente la forma en que consumimos cine. Las películas ya no solo se estrenan en cines; ahora, muchas se estrenan directamente en streaming.
El modelo de estrenos simultáneos y la competencia por las producciones originales también han transformado la industria. Además, las plataformas permiten a los cineastas explorar géneros más variados, con más libertad creativa fuera de las limitaciones comerciales de los blockbusters tradicionales.
Impacto de las redes sociales
Han transformado la forma en que las películas se promocionan y se consumen. El boca a boca digital, los memes, y las reacciones instantáneas en plataformas como Twitter y TikTok pueden determinar el éxito o fracaso de una película en tiempo real. Además, los estudios ahora hacen campañas de crowdsourcing y tráilers interactivos para involucrar a la audiencia.
Diversidad y representación
La presión por una mayor diversidad y representación en el cine ha crecido a lo largo de las décadas. Películas como Black Panther (2018) y Wonder Woman (2017), que pusieron de relieve personajes de culturas y géneros tradicionalmente menos representados, son ejemplos de cómo la industria ha cambiado para reflejar una audiencia más inclusiva.
Crisis del modelo de estrenos exclusivos en cines
Los últimos años también han sido marcados por la crisis de los cines tradicionales. La pandemia de COVID-19 aceleró la transición hacia el streaming, pero también demostró la necesidad de reinventar los modelos de negocio. Aunque los estrenos de taquilla siguen siendo una gran fuente de ingresos, la industria está explorando nuevas formas de distribución, como estrenos híbridos (cines + streaming).
Futuro: nuevas formas de experiencia cinemática
El futuro podría estar en la realidad aumentada (AR) y la inteligencia artificial para crear experiencias personalizadas para los espectadores. Ya se están haciendo experimentos con tecnologías como la narrativa interactiva y cine inmersivo, lo que podría transformar cómo experimentamos las películas en los próximos años
En resumen, la industria del cine ha evolucionado desde su enfoque en historias épicas y universos amplios hacia una experiencia más global, diversificada y digitalizada, con nuevas formas de consumir y crear contenido.
Como establecimiento de renta de películas, el negocio fracasó por no haber digitalizado el comercio a tiempo y la aparición de su competidora Netflix, que a la vez se convirtiera en productora.