“Sueño Perro”una instalación sensorial de Alejandro G. Iñárritu estrena hoy

Para celebrar el 25 aniversario de “Amores perros”, el cineasta revive archivos nunca antes vistos

Iñárritu presenta “Sueño Perro: Instalación Celuloide” para conmemorar su exitosa. película estrenada en el 2000 - “Amores perros” la cual fue nominada al premio Oscar y ganadora del premio de la crítica en el Festival de Cannes,

En el centro cultural ubicado en el Bosque de Chapultepec, tres proyectores de 35 mm proyectan entre 40 y 50 de tomas inéditas, descartadas y archivadas que se hicieron durante el rodaje de la película.

En 2018, Iñárritu recibió la noticia: la UNAM había preservado casi un millón de pies de celuloide sobrante de 'Amores perros' del cual sólo se usaron entre 15 y 16 mil pies. De hecho, Iñárritu explicó que los cineastas usan entre el 1% y 2% del material que se filma.

"¿Cuántas películas existen dentro de una película? " se preguntó el cineasta mexicano. Fue así como ese archivo, olvidado por 25 años, se convirtió en la semilla de Sueño Perro.

“Mostrar este archivo es enseñar la ropa sucia”, dice Iñárritu.

Esas tomas largas, pizarras y errores que casi nunca salen de la sala de edición, ahora se ponen frente al público. Y es justo ahí donde está la magia: lo que parecía descarte se convierte en memoria viva, en el esqueleto del cine que pocas veces se deja ver.

'Sueño Perro' funciona como una criatura de Frankenstein, hecho de fragmentos: no cuenta una historia lineal, ni diálogo, ni tampoco música pero al juntarse resulta una nueva película. 

“Hay algo muy importante para mí, que es el silencio. Es decir, cuando no hay diálogo, no hay historia, no hay silencio. El silencio nos obliga a liberarnos de la palabra y de la intelectualización de una etiqueta. El silencio de una imagen nos obliga a sentir la imagen, no a entenderla a través de la razón”, comentó Iñárritu

El cineasta aconsejó a quienes visiten la instalación de visitar con atención y cuidado, porque el espacio es oscuro. Tampoco se permiten fotografías con flash al interior de las salas.

“Los invito a que se tomen el tiempo, que la disfruten, que la observen, que hay cosas que van sucediendo en cada uno de los cuadros. Es un regalo disfrutar y dejar que el cuerpo sienta, que se metan, se sumerjan y se dejen llevar”, concluyó Iñárritu.