El monje benedictino Dom Pierre Perignon inventa el champán
- Fernando Swain
- 4 ago
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Actualizado: 5 ago
4 de agosto de 1693
Históricamente es un mito romántico más que un hecho comprobado

En realidad, no fue él quien "inventó" el champán (vino espumoso), sino que contribuyó a mejorar la calidad del vino de esa región, especialmente su mezcla (assemblage).
Más bien, fue una figura clave en el desarrollo de técnicas vinícolas que más tarde permitirían su producción. La fecha y la historia son parte de un mito bien instalado en la cultura popular.
Su labor se centró en mejorar la calidad mediante el ensamblaje de uvas de distintos viñedos y la clarificación del vino.
La fermentación secundaria en botella, que produce las burbujas, en esa época era un problema no deseado: las botellas explotaban y el vino se consideraba defectuoso.
Dom Pérignon buscaba hacer vinos tranquilos (sin burbujas) y más consistentes, pero irónicamente su trabajo ayudó a perfeccionar las técnicas que luego dieron origen al champán moderno.
Curiosamente, en su época, la efervescencia era considerada un defecto, no una virtud.
No existe evidencia documental que respalde que en esa fecha específica ocurrió algo concreto con la invención del champán.
La historia fue popularizada siglos después como parte de la estrategia de marketing de la marca de champán Dom Pérignon, propiedad de Moët & Chandon.
La técnica de fermentación secundaria en botella, esencial para la creación del vino espumoso, se desarrolló gradualmente durante el siglo XVII, y fueron los avances científicos y enológicos posteriores los que permitieron controlar este proceso con precisión.
Más allá del mito, la figura de Dom Pérignon representa un símbolo del refinamiento y la evolución del arte vinícola en Champaña, cuya tradición se consolidaría en los siglos siguientes como uno de los íconos del patrimonio cultural francés.
F .S.


























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