Fin del conflicto religioso entre el gobierno mexicano y la Iglesia católica
- Fernando Swain
- hace 1 hora
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27 de junio de 1929

Ese día se firmó un acuerdo entre el presidente Emilio Portes Gil y representantes de la Iglesia, poniendo fin a un conflicto armado que dejó decenas de miles de muertos.
La Guerra Cristera fue consecuencia de la aplicación estricta de los artículos anticlericales de la Constitución de 1917, particularmente durante el gobierno de Plutarco Elías Calles (1924-1928).
Se prohibió el culto público, se limitaron los derechos del clero y se cerraron templos, lo que llevó a una rebelión armada por parte de campesinos católicos, conocidos como cristeros.
Al asumir Portes Gil la presidencia interina (1928-1930), buscó una solución pacífica al conflicto.
El acuerdo fue negociado con la mediación del embajador de Estados Unidos, Dwight Morrow.
La Iglesia aceptó reanudar el culto público sin que el gobierno modificara las leyes, comprometiéndose a acatar la legislación vigente.
El gobierno mexicano permitió que las iglesias reabrieran y cesó las hostilidades contra el clero.
Resultado
Aunque no se cambiaron las leyes, se llegó a un acuerdo práctico de tolerancia.
Se reanudó la vida religiosa pública, aunque bajo estricta vigilancia del Estado.
La guerra terminó oficialmente, aunque hubo focos de resistencia y persecución algunos años más.
Antecedentes
1. Constitución de 1917 y su contenido anticlerical
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, promulgada el 5 de febrero de 1917, incluyó artículos restrictivos contra la Iglesia católica, especialmente:
Artículo 3: Educación laica, obligatoria y gratuita.
Artículo 5: Prohibía a las órdenes religiosas.
Artículo 24: Limitaba la libertad de culto.
Artículo 27: Prohibía que la Iglesia poseyera bienes raíces.
Artículo 130: Establecía un control estricto sobre el clero y los actos religiosos.
Aunque algunas disposiciones no se aplicaban de inmediato, sentaron las bases del enfrentamiento.
2. Presidencia de Plutarco Elías Calles (1924–1928)
En 1926 promulgó la llamada Ley Calles, que regulaba estrictamente el culto y aplicaba los artículos constitucionales con severidad.
Se exigía el registro oficial de los sacerdotes.
Se limitaba el número de ministros del culto por estado.
Se cerraron templos y se prohibieron actividades religiosas públicas.
3. Cierre de iglesias y suspensión del culto
El 31 de julio de 1926, el episcopado mexicano suspendió oficialmente el culto público, como medida de protesta.
Esto provocó una gran movilización de fieles católicos en todo el país.
4. Inicio de la Guerra Cristera (1926–1929)
El conflicto armado comenzó en agosto de 1926.
Campesinos y laicos se levantaron en armas bajo el grito de "¡Viva Cristo Rey!".
Se organizaron militarmente como cristeros, combatiendo principalmente en los estados del occidente: Jalisco, Michoacán, Zacatecas, Guanajuato y Colima.
El gobierno respondió con represión militar y ejecuciones.
5. Cambio de gobierno y abertura al diálogo
En 1928, tras el asesinato de Álvaro Obregón, Emilio Portes Gil asumió la presidencia interina.
A diferencia de Calles, Portes Gil buscó una salida pacífica y negociada al conflicto.
F. S.
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