Fusilamiento de la familia real zarina rusa
- Fernando Swain
- 17 jul
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17 de julio de 1918
Sucedió aproximadamente a la 1:30 a. m.

Lugar: Casa Ipátiev, Ekaterimburgo, Rusia.
Víctimas: Los siete integrantes de la familia y gente leal a ella: el médico Yevgueni Botkin, el cocinero, el ayudante de cámara y una sirvienta.
Perpetradores: miembros de la policía secreta bolchevique (la Cheka), bajo órdenes del Soviet de los Urales. Se cree que la orden de ejecutar al zar fue aprobada por Lenin o por altos funcionarios bolcheviques, aunque esto sigue siendo debatido por algunos historiadores.
Allí, un pelotón bolchevique los ejecutó a balazos y bayonetazos.
Los cuerpos fueron arrojados a una mina y solo identificados por ADN en 1993; en 1998 recibieron sepultura de Estado en San Petersburgo.
Después de la Revolución de Febrero de 1917, Nicolás II abdicó y fue puesto bajo arresto. Posteriormente, con el triunfo de los bolcheviques en la Revolución de Octubre, la situación del exzar y su familia se volvió más precaria.
El avance del Ejército Blanco (contrarrevolucionario) hacia Ekaterimburgo provocó que los bolcheviques decidieran eliminar a la familia para evitar que fueran rescatados y usados como símbolo por sus enemigos.
El hecho marcó el fin de la dinastía Romanov, que había gobernado Rusia durante más de 300 años.
Consecuencias históricas clave
Fin definitivo de la monarquía en Rusia
La ejecución simbolizó la ruptura total con el pasado imperial y cerró cualquier posibilidad de restauración de la monarquía.
Radicalización del régimen bolchevique
El asesinato masivo fue una muestra del rumbo implacable y violento que tomaría el nuevo poder soviético bajo Lenin.
Impacto internacional negativo
Provocó condena mundial, especialmente en Europa, donde muchas casas reales estaban emparentadas con los Romanov (la zarina era nieta de la reina Victoria del Reino Unido).
Uso simbólico en la Guerra Civil Rusa
La muerte del zar fue utilizada por ambos bandos como propaganda:
Los bolcheviques lo presentaron como justicia revolucionaria.
Los blancos (contrarrevolucionarios) lo usaron para denunciar la brutalidad del régimen comunista.
Canonización posterior
En el año 2000, la Iglesia Ortodoxa Rusa canonizó al zar y a su familia como mártires, reconociéndolos como “portadores de la pasión”.
F . S.


























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