Origen del Síndrome de Estocolmo
- Fernando Swain
- hace 24 minutos
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23 de agosto de 1973
Sucedió en el atraco al Kreditbanken de Norrmalmstorg, en Estocolmo (Suecia)

Durante seis días, el delincuente Olsson armado con una metralleta, dispara contra el techo y toma como rehenes a cuatro empleados del banco (tres mujeres y un hombre).
Lo sorprendente fue que, durante el cautiverio, las víctimas desarrollaron un fuerte vínculo emocional con su captor, llegando incluso a defenderlo después de ser liberados y a mostrarse desconfiados hacia la policía.
Unos días más tarde, el negociador principal, el psiquiatra Nils Bejerot que colaboraba con la policía en aquel operativo, acuñó el término “Síndrome de Estocolmo” para describir este fenómeno psicológico en el que las víctimas generan sentimientos positivos —incluso de protección o amor— hacia sus secuestradores, como una estrategia de supervivencia ante una situación extrema de amenaza.
La causa de su conducta irracional, aseguró, era un síndrome psiquiátrico al que llamó Norrmalmstorg.
Así nació el síndrome de Estocolmo, que adoptó el nombre de la ciudad, no de la plaza sueca.
Desde entonces, el término se popularizó en criminología, psicología y cultura popular, aunque algunos expertos señalan que se usa de manera excesiva o poco rigurosa en ciertos contextos.
"Cuando una persona normal es secuestrada por un delincuente que tiene el poder de matarla, en cuestión de horas, el rehén tiene una especie de regresión a emociones infantiles: no puede comer, hablar, ir al baño sin permiso. Hacerlo es un riesgo, así que acepta que su captor es quien le da la vida, como lo hizo su madre", explicaba después el psiquiatra Frank Ochberg, quien definió el síndrome para el FBI y Scotland Yard en la década de 1970.
24 de agosto El secuestrador exigió dinero, un auto y que le trajeran al banco a un amigo, Clark Olofsson, un criminal muy conocido que estaba cumpliendo una condena. La policía acepta y lo lleva al banco, pensando que ayudaría a negociar, pero en realidad los rehenes se sienten más unidos a ambos delincuentes.
25-26 de agosto Durante el encierro, los rehenes comienzan a mostrar afecto y solidaridad hacia sus captores. Una rehén llega a decir que temía más a la policía que a Olsson. Se crea un vínculo de dependencia emocional.
28 de agosto Tras seis días de cautiverio, la policía lanza gas lacrimógeno dentro del banco. Los rehenes son liberados ilesos. Sorprendentemente, defienden a sus secuestradores y se niegan a testificar contra ellos.
Septiembre El psiquiatra sueco Nils Bejerot, asesor de la policía durante la crisis, define este fenómeno como “Síndrome de Estocolmo”, aludiendo a la ciudad donde ocurrió el caso.
Década de 1970 en adelante El término se populariza en criminología, psicología y medios de comunicación, aplicándose a casos de secuestro, maltrato doméstico o relaciones de poder donde la víctima desarrolla apego hacia el agresor.
Actualidad El síndrome sigue siendo usado, aunque algunos especialistas lo consideran más como una metáfora mediática que como un diagnóstico clínico reconocido.
Relación entre el Síndrome de Estocolmo y el caso de Patty Hearst

El caso de Patty Hearst es uno de los ejemplos más famosos asociados al síndrome, aunque los especialistas siguen debatiendo si realmente lo padeció.
Secuestro (4 de febrero de 1974)
Patty Hearst, nieta del magnate de la prensa William Randolph Hearst y heredera de la fortuna de una familia dueña de un periódico californiano, fue secuestrada en California por el grupo armado Ejército Simbiótico de Liberación (SLA).
Tras meses en cautiverio, se unió a ellos en un robo. Finalmente fue capturada y en el juicio, sus abogados usaron el síndrome de Estocolmo para defenderla.
Cautiverio y adhesión al SLA
Durante semanas fue mantenida en condiciones de encierro, sometida a amenazas y adoctrinamiento. Tiempo después apareció en fotos armada y participando en un robo de banco junto al SLA.
Interpretación como “Síndrome de Estocolmo”
La defensa de Hearst en su juicio argumentó que su aparente colaboración con los secuestradores se debía a un estado psicológico similar al descrito en Estocolmo: como mecanismo de supervivencia.
Debate
Para algunos psiquiatras, Hearst es un ejemplo clásico de este síndrome.
Para otros, en cambio, no fue un verdadero caso de Síndrome de Estocolmo, sino una combinación de coerción, lavado de cerebro y supervivencia.
En 1976 fue condenada a prisión, pero en 2001 recibió el indulto presidencial de Bill Clinton.
El caso de Hearst popularizó internacionalmente el término, convirtiéndolo en un fenómeno cultural mucho más conocido en medios, cine y criminología.
La expresión ha pasado a formar parte del lenguaje cotidiano.