Bonnie & Clyde, emboscados y abatidos
- Fernando Swain
- 23 may
- 2 Min. de lectura
Hace 90 años, el 23 de mayo de 1934

Tras una intensa persecución a lo largo de varios estados durante la Gran Depresión, y después de múltiples robos, asesinatos y fugas, las autoridades organizaron una operación con seis oficiales, liderados por el exranger de Texas Frank Hamer.
Sabían que Bonnie y Clyde se moverían por un camino rural para visitar a la familia de un cómplice, y allí prepararon la emboscada cerca de Bienville Parish, Louisiana.
Cuando el coche de la pareja apareció, los agentes abrieron fuego sin previo aviso. Se estima que recibieron más de 100 disparos, muriendo instantáneamente.
Su historia se convirtió en leyenda, alimentada tanto por su estilo de vida como por la cobertura sensacionalista de la prensa. La imagen romántica de Bonnie y Clyde como "rebeldes contra el sistema" ha perdurado, aunque en la realidad fueron responsables de la muerte de al menos nueve policías y varios civiles.
Clyde Barrow (1909–1934)
Antisocial y narcisista: mostraba rasgos de trastorno antisocial de la personalidad: impulsividad, agresividad, falta de remordimiento y desprecio por las normas. También buscaba validación a través del poder y la notoriedad.
Trauma y venganza: Su estancia en la penitenciaría de Eastham, donde fue abusado, lo marcó profundamente. Desde entonces, desarrolló un odio obsesivo hacia el sistema penitenciario de Texas. Parte de sus crímenes (como atacar cárceles) se motivaban por venganza.
Líder carismático pero violento: Era dominante en la relación y en la pandilla. Sabía inspirar lealtad, pero también era autoritario, frío y calculador en los atracos.
Contexto familiar: extremadamente pobre. La falta de oportunidades y una juventud marcada por la marginalidad lo empujaron hacia la delincuencia como medio de sobrevivencia y afirmación.
Bonnie Parker (1910-1934)
Dependiente emocional: A pesar de no tener antecedentes criminales antes de conocer a Clyde, desarrolló una fuerte codependencia emocional. Lo idealizó y eligió seguirlo, incluso en actos extremadamente peligrosos.
Romanticismo trágico: Sus poemas y cartas reflejan una mente fantasiosa, literaria, con inclinaciones románticas y melancólicas. Se veía a sí misma como parte de una historia épica y trágica.
Desinhibición progresiva: Aunque inicialmente fue testigo más que participante, con el tiempo asumió un rol más activo en los crímenes. Esto sugiere una desensibilización gradual a la violencia.
Necesidad de reconocimiento: Le gustaba que la fotografiaran con armas y cigarrillos, posando como una "chica mala". Disfrutaba la notoriedad, como si fuera una forma de escapar a su vida ordinaria y pobre.
Formaban una "díada criminal", una relación donde se refuerzan mutuamente los impulsos antisociales. Ella aportaba lealtad ciega y teatralidad; él, liderazgo y violencia.
Su historia se volvió mito, pero en realidad vivieron una vida de constante huida, dolor físico (ambos estaban heridos y enfermos) y tensión extrema.
“Fascinación” social
Mito del forajido romántico: Estados Unidos tiene una tradición de glorificar al "fuera de la ley" (como Jesse James o Billy the Kid).
Atracción por el amor trágico: Su historia recuerda a "Romeo y Julieta", pero en versión armada y moderna.
Rebeldía contra el sistema: Durante la Gran Depresión, muchos veían al gobierno y a los bancos como enemigos. Bonnie y Clyde encarnaban esa rabia popular.
Estética visual poderosa: Las fotos con armas, los coches, el glamour sucio... todo eso ayudó a construir su leyenda visual.


























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