Entre el balón y la geopolítica
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Columna de opinión escrita por Marcela Gómez Zalce para el diario El Universal
Viernes 5 de diciembre de 2025
Marcela Gómez Zalce
La redefinición de los mapas en el Caribe no es un simple ajuste diplomático: representa un cambio estructural de cómo se distribuye el poder en esa zona y por extensión, en América Latina. Las transformaciones en la región no son sólo simbólicas sino ya comienzan a tener un efecto concreto en la región.
El gobierno de Trump, para decirlo en términos psicológicos, está en una situación en la que percibe se estaba perdiendo algo importante y esto ha cambiado de manera profunda su conducta; un dominio de pérdidas aplicado en economía conductual y teoría de decisiones. No se refiere a pérdidas reales sino sobre todo a pérdidas percibidas. El concepto tiene un sentido geopolítico y psicológico relevante. Los Estados Unidos históricamente han visto el Caribe, Centroamérica y Sudamérica como su zona natural de influencia (Doctrina Monroe) sin embargo, esa parte de la región hoy es un punto de inflexión geopolítico cuyo epicentro de implosión está en Venezuela.
Una duda razonable, ¿el discurso de combate a los cárteles es realmente un objetivo central o es el punto de partida para justificar mayor influencia, más capacidad de decisión, control y presencia estratégica?
El dictador Nicolás Maduro ha perdido margen de maniobra, aliados e iniciativa. Las señales de la Casa Blanca son irrefutables del timing y la cuestión gira alrededor de una ruta de transición y de cómo será la nueva reconfiguración de las alianzas hemisféricas.
El cambio del péndulo político regional está dejando a México y su cacareada transformación cada vez más aislado en términos de afinidad ideológica, ni hablar de la construcción de una delicada narrativa donde el gobierno de Sheinbaum es visto como aliado intolerable de organizaciones criminales.
No es coincidencia la dura expresión de Trump hace unos días afirmando que cualquier país que produzca y trafique droga hacia los Estados Unidos “...estará sujeto a ataques...” en una clara referencia al contexto venezolano, pero con mensajes directos hacia actores no estatales de la región.
La frase no sugiere invasión sino capacidad y sin politiquería advierte que el narcoestado está mapeado al milímetro y la mentada soberanía no será pretexto para traficar sustancias ilícitas.
Hoy el gobierno de Sheinbaum representa un riesgo multifacético para la hoja de ruta de Trump en una compleja coyuntura geopolítica y de nuevos equilibrios de poder regionales.
Los datos de la economía mexicana y la realidad de un descontento social golpean brutalmente el discurso mañanero. Y la “Grandeza” de la aparición patriarcal desde Palenque, inoportuna y desafiante para la presidenta y con mensaje para los de casa y su minoría corrupta y rapaz, ha levantado algunas cejas bilaterales sobre quién manda aquí.
Si además de las señales incongruentes e hipócritas alrededor del tiradero sucesorio en la FGR se utilizan discursos de corte populista y demagógico, se constituye la condición sine qua non para la generación de un choque político con Washington donde ya pierden la paciencia y Pavimentan el camino de la estrategia retórica en la antesala de la (no)revisión del T-MEC.
Hoy en la sede del sorteo del Mundial 2026 y con la presencia de los tres protagonistas y la posibilidad de breves reuniones, es predecible una maniobra comunicacional y un golpe de agenda. El tema de la seguridad reconfigura prioridades y se vuelve terreno fértil para los intereses geopolíticos de Estados Unidos.
¿Quid pro quo o imposición unilateral?
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Grupos, polos, planes y la inversión
no llega
Columna de opinión escrita por Carlos Puig para el diario Milenio
Viernes 5 de diciembre de 2025
Carlos Puig
La economía del país está en problemas.
Le queda claro al gobierno, a los empresarios y cada vez más a los ciudadanos. Hay una acumulación de factores que han provocado los datos que hemos visto en estos meses.
La serie de cambios en el régimen institucional del país que tiene ver con la regulación, legalidad y certidumbre a largo plazo es sin duda el mayor, pero no ayuda la situación mundial y, por supuesto, la incertidumbre sobre el futuro del tratado comercial con Estados Unidos, al que, para empeorar las cosas, ayer Trump volvió a poner en duda.
Está claro que el fin del tratado significaría para México una crisis económica desastrosa. Pero siendo éste, más allá de las amenazas de Trump un escenario poco probable, la revisión del próximo año y los cambios posibles podrían afectar a sectores importantes de nuestra economía que prolongarían nuestro estancamiento. Más vale que los negociadores mexicanos estén preparados para una negociación que no será sencilla.
Por lo pronto, la preocupación más grande para el gobierno es la inversión. Inversión pública está por lo suelos y la privada, detenida, parada. Hay lógica en lo que ha sucedido. NO hay certidumbre, nadie ha sabido este año cuáles son las reglas y para como se las gasta la 4T, nadie sabe qué más cambiarán.
Que si el Plan México, que si los polos de desarrollo o del bienestar o vaya usted a saber, la inversión no llega.
Ayer, la presidenta se reunió con un grupo de empresarios, puede ser que los más ricos del país y los de empresas más poderosas.
Anunció la presidenta:
"En Palacio Nacional, recibimos a empresarias y empresarios; acordamos reunirnos periódicamente a través de un Consejo para la Promoción de Inversiones orientado al Plan México".
Más tarde, después de la reunión, Altagracia Gómez, coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional, habló sobre los objetivos del nuevo Consejo.
"Nos reunimos diferentes grupos de empresarios para dar seguimiento a las inversiones, cómo las podemos acelerar, qué se puede hacer mejor en inversiones mixtas, en infraestructura, en energía, en algunos servicios".
Altagracia lleva todo el sexenio en eso y ahí están los resultados.
Porque tal vez la clave no es hacer mas promoción. Tal vez el problema es que lo que se promueve, no está muy claro.
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Han inventado una cantidad de cosas tremendas
Columna de opinión escrita por Ciro Gómez Leyva para el periódico Excélsior
Viernes 5 de diciembre de 2025
Ciro Gómez Leyva
El 24 de noviembre conjeturé aquí que el objetivo central de la tercera manifestación del año que anunciaba la presidenta Sheinbaum era mostrarle musculatura a quienes se atrevieron a marchar contra la violencia y su gobierno.
Ayer —en un video de cuatro minutos que entierra al México en que los mandatarios estaban obligados a no usar recursos públicos para echar a andar a seguidores y partidarios—, la Presidenta, creo, fortaleció mi supuesto. Dijo que en noviembre vivieron una andanada de campañas y calumnias en contra de lo que representan.
“Han inventado una cantidad de cosas tremendas”, puntualizó. “Y todo porque somos un movimiento que hoy está en el poder y que nunca nos separamos del pueblo”.
¿Qué cosas tremendas se inventaron en noviembre? ¿El homicidio de Carlos Manzo, el Plan Michoacán, la decisión de la Suprema Corte contra Ricardo Salinas, la movilización de la Generación Z y la fiereza con que la policía respondió, la protesta nacional de transportistas y productores agrícolas, la caída de Gertz? Dios sabrá.
Pero, mientras, la estadista que cuidaba las palabras convoca a la “celebración histórica” de la 4T el sábado en el Zócalo y acusa a otros, sin pruebas, de incitar a la violencia y clamar por la intervención extranjera. Polariza duramente con recursos del erario.
¿Por qué?






















