AquĆ ya mandan los criminales
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āColumna de opinión escrita por Pascal BeltrĆ”n del RĆo para el periódico ExcĆ©lsior
Lunes 3 de noviembre de 2025
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Pascal BeltrĆ”n del RĆo
āĀæEstĆ” usted bien cuidado, presidente? āpreguntĆ© al alcalde de Uruapan, Carlos Manzo RodrĆguez, en la Ćŗltima entrevista que le hice para Imagen Radio.
āPues estamos expuestos, como todos los mexicanos, pero mi mayor blindaje es, primero, actuar con responsabilidad, no involucrarme con ninguna actividad ilĆcita ni mucho menos cargarme del lado de algĆŗn grupo criminal. Y, desde luego, el apoyo y las bendiciones del pueblo y con la bendición de Dios, con eso estoy avanzando y trabajando.
Esa vez le dije que la información que acababa de dar a conocer lo ponĆa en peligro. Y es que habĆa revelado que la policĆa municipal detectó un campo de entrenamiento de la delincuencia organizada en las montaƱas que rodean Uruapan. āSĆ© que corremos riesgosā, respondió. āPero es nuestra obligación, y es nuestra convicción de que las cosas se compongan en Uruapan. Nosotros no tenemos una pugna contra algĆŗn grupo delictivo ni nos cargamos a favor de alguno u otro. Nosotros nos guiamos por la aplicación del Estado de derecho, queremos la paz social para nuestro municipio; queremos que se deje de molestar a gente inocente, que trabaja honestamente. Desde luego, podemos hacer este tipo de planteamientos porque llegamos con un gran apoyo popular. Nosotros no pactamos, no recibimos dinero en la campaƱa electoral. Fue una elección histórica, con una gran participación ciudadana. LleguĆ© por la vĆa independiente. Nuestra obligación es velar por los intereses del pueblo y pedirle al gobierno federal que haga su trabajo en materia de este tipo de delitosā.
Esa convicción y los incesantes llamados al gobierno federal para que lo ayudaran a combatir a los criminales no impidieron que Manzo fuera asesinado la noche del sĆ”bado pasado, en una de las fechas mĆ”s significativas para su municipio y su estado, mientras convivĆa con la ciudadanĆa y recorrĆa, con su pequeƱo hijo en brazos, la plaza principal de la ciudad, que en ese momento estaba tapizada de velas, como marca la tradición del DĆa de Muertos. Quienes mandaron matar a la principal autoridad del segundo municipio mĆ”s poblado de MichoacĆ”n no sólo no tuvieron reparo en hacerlo en un lugar tan pĆŗblico, sino que, justo desde ese sitio quisieron mandar un mensaje atronador: aquĆ manda la delincuencia y cualquier servidor pĆŗblico que crea que puede enfrentarla estarĆ” firmando su sentencia de muerte. No hay otra forma de verlo. El homicidio de Manzo no sólo es un crimen de alto perfil, diseƱado para infundir miedo, sino uno mĆ”s en una larga cadena de asesinatos de funcionarios municipales en los Ćŗltimos siete aƱos, el eslabón mĆ”s dĆ©bil del Estado mexicano.
Tan sólo en el caso de MichoacĆ”n, es el sĆ©ptimo presidente municipal asesinado en tres aƱos y medio, todos en el sexenio del gobernador Alfredo RamĆrez Bedolla, cuya autoridad, como se vio ayer en Uruapan y Morelia, ya nadie respeta. Antes ocurrieron los homicidios de los alcaldes de Tepalcatepec, TacĆ”mbaro, Churumuco, Cotija, Aguililla y Contepec. Unos dĆas antes del crimen de Uruapan, mataron a Roberto RamĆrez ZĆ”rate, sĆndico de Penjamillo, segundo al mando de ese municipio del BajĆo, donde en junio de 2021 desapareció el alcalde reciĆ©n electo Gilberto MejĆa Salgado, y luego ha venido sucediendo una cadena de ataques contra funcionarios municipales, entre ellos la desaparición de la regidora Maribel JuĆ”rez Blanquet, expresidenta municipal de Angamacutiro. ĀæQuiĆ©n en el gobierno federal o estatal se ha preocupado por eso? Voltean ahora que es Uruapan, y por la indignación que ha generado, sobre todo despuĆ©s de que acababan de ultimar, tambiĆ©n en MichoacĆ”n, al lĆder de los limoneros del Valle de ApatzingĆ”n, presuntamente a manos de criminales que lo extorsionaban a Ć©l y a otros productores.
Hace ya muchos meses que los gobiernos emanados de la autollamada Cuarta Transformación se escudan en una relativa reducción de los asesinatos para decir que su estrategia de seguridad estĆ” funcionando. A la luz de hechos como los crĆmenes de alto perfil y el repunte de las desapariciones deben revisar seriamente ese triunfalismo. Apostar a que este homicidio se olvide en unos dĆas ācomo desgraciadamente suele pasarā sólo abrirĆ” la puerta a que vengan cosas peores.
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Lo mataron
Columna de opinión escrita por āHĆ©ctor Aguilar CamĆn para el diario Milenio
Lunes 3 de noviembre de 2025
HĆ©ctor Aguilar CamĆn
El gobierno es muchas cosas pero entre ellas es pedagogĆa, inducción deĀ conductas pĆŗblicas, diseminación de valores y creencias, lecciones prĆ”cticas de lo permitido y lo prohibido.
Para efectos de su eficacia, la dimensión pedagógica es necesaria igual para todos los gobiernos, para democracias y para dictaduras.
Antes de ser dictaduras, el nazismo alemĆ”n y el fascismo italiano fueron mĆ”quinas pedagógicas, sus ciudadanos caminaron al patĆbulo con credulidad y hasta con entusiasmo, llevados por sus pedagogos, palabra que en su acepción griega significa āeducadorā (paidagÅgós: āel que conduce o guĆa niƱosā).
El sĆ”bado pasado, en una celebración del DĆa de Muertos, el alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, fue asesinado. Era la Ćŗnica voz de una autoridad de cualquier nivel de gobierno, en toda la repĆŗblica, que tenĆa una postura radical en el combate al crimen y que conducĆa, personalmente, batidas contra los delincuentes.
HabĆa dicho a JoaquĆn López-Dóriga:
āTengo mucho miedo, pero tengo que acompaƱarlo de valentĆa, no nos queda de otra. No podemos dar ni un paso atrĆ”s, estĆ” en riesgo nuestra vida, estĆ” en riesgo nuestro gobierno y de los ciudadanosā.
HabĆa dicho tambiĆ©n:
āSi no se pone orden aquĆ en Uruapan, pronto a nivel nacional se escucharĆ” un levantamiento fuerte, de voz, de justicia y, si es necesario, hasta de armas, porque la gente ya estĆ” hasta la chingadaā.
Hace un mes, Carlos Manzo detuvo a un ājefe de plazaā del Cartel Jalisco Nueva Generación. Desde entonces usaba chaleco antibalas.
Dio instrucciones a su policĆa municipal de āabatirā a delincuentes que se resistieran. La presidenta Sheinbaum lo instó a respetar āel Estado de Derechoā.
Pidió, sin cesar, auxilio a la federación. Recibió apoyo de la Guardia Nacional durante un tiempo, pero luego el apoyo fue suspendido.
El sƔbado lo mataron.
La lección del crimen es clara: morirÔ quien se les oponga activamente.
El asesinato de Carlos Manzo es un mensaje del gobierno criminal que comparte poder y negocios con el gobierno legal en muchas partes de MƩxico.
Como pedagogĆa de miedo, de violencia, de inmovilidad ante el crimen, la lección de Uruapan es diĆ”fana, siniestra:
Se opuso al crimen: lo mataron.
ĀæQuedó claro? ĀæQuĆ© harĆ”s tĆŗ?Ā






















